Ante la situación actual nacional de ESTADO DE ALARMA, y como todos conocemos, es preciso que todos y cada uno pongamos de nuestra parte en este esfuerzo de lucha contra la pandemia del COVID-19. De esta manera, es preciso que estemos en nuestras casas y se paralicen la gran mayoría de actividades habituales.

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En el contexto de la SALUD, se han aunado la red pública y privada para poder asistir de la mejor forma posible a los pacientes, y en este sentido ha sido necesario reducir al máximo las asistencias, suspendiendo las no urgentes y limitando a lo estrictamente necesario.

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En este sentido, como profesional médico, en mi caso Psiquiatra que atiende en consulta ambulatoria, se han suspendido las consultas y se ha paralizado la actividad no urgente durante estas dos semanas al menos. Y en estas circunstancias quedando disponible como médico para ayudar en el caso de necesario con la intervención encaminada este nuevo escenario sanitario global.

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Sin embargo, como responsable de mis pacientes, no puedo dejar de ocuparme y pensar en posibles necesidades en estas semanas. Así, voy a tratar de cubrir las necesidades más urgentes en cada lugar donde trabajo. Y será en cada clínica donde se informará a los pacientes.

 

Por el momento, lo primero a priorizar es el mantenimiento de tratamientos farmacológicos, aunque se posponga la valoración de los mismos a cuando sea posible retomar la actividad clínica de otra forma. En este sentido, ante la posibilidad de que algún paciente se vaya a quedar sin tratamiento en estas dos semanas, ruego que lo revise y contacte con el centro. 

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Según evolucionen las circunstancias estos días iré pensando y adaptando las ayudas que pueda ofrecer .

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Desde aquí, mandar calma, paciencia y creatividad, unamos nuestras fuerzas para afrontar esta situación lo mejor posible entre todos.

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Un saludo.